viernes, 26 de diciembre de 2014

A su manera

Seguramente exagero, pero me disgustó un poco la expresión, por más que quien la dijo no parecía tener malas intenciones. En plena guagua un señor le comentó a otro: “Cómo que no sabes lo que vas a cenar el fin de año. En mi casa el puerquito ya está escuchando la conversación. Lo asaremos, porque el 31 de diciembre no se puede comer otra cosa”.
Me conmovió la cara triste del hombre interpelado. Él, solo atinó a levantar los hombros en señal de no tener explicación y calló, se consumió en un profundo y melancólico silencio, mientras su fastidioso interlocutor seguía contándole con detalles los preparativos.
Una sutil presión social latía en las palabras que le arrojaron encima. ¿De veras no andar el último día del calendario con el “mamífero nacional” a cuestas resulta algo bochornoso? ¿Acaso lo más importante es lo que te comes o con quién te lo comes en una fecha tan simbólica como esa?
La tradición habla de puerco asado, arroz congrí, yuca con mojo y ensalada. Qué rico. ¡Qué ricooooooo! Adiós a dietas o certezas médicas de un menú poco saludable, consumido a deshora. Mejor no pensar en esas menudencias, dirían muchos. Hasta yo lo digo.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

El Sol de los 5

Hoy el mundo se ha estremecido. Han pasado varias horas y yo no salgo de mi pose obnubilada. Los Cinco ya están en casa. Su historia parecía destinada al horror, y de pronto ha amanecido con tanto, tanto Sol, que apenas se puede creer. Quiero guardar estas fotos para recordar siempre que es posible la concordia entre los hombres, y que la justicia, aún cuando a veces se escurra entre demonios y piedras, puede alzar su voz clara.  Mira que ansié ver estos abrazos de familia.  











jueves, 27 de noviembre de 2014

La carga divina de Ernesto

El seminario San Basilio Magno en Santiago de Cuba lo vio siempre cercano al teatro. Estudiaba el tercer año de Filosofía en la carrera de sacerdote cuando descubrió que aquel camino de entrega absoluta a Dios no era su vocación; dentro, muy dentro y sin remedio, le palpitaba un idilio entre las tablas.
Al otro día de haber vuelto a casa, fue contratado por el Consejo Provincial de Artes Escénicas para integrar el proyecto humorístico Agencia Loca. Todo empezaba a tener sentido, cómo de niño le ponía voces a sus soldaditos y era el más brindado para los matutinos de la escuela; cómo resguarda entre lo importante haber visto a los nueve años Cecilia Valdés en el Teatro Tunas por el Lírico Nacional. 

Pequeños destellos de futuro que lo prepararon para que un buen día, por los caminos más insospechados, su destino lo encontrara. Ernesto Parra lo sabe: él no llegó al teatro, el teatro fue quien lo escogió, quien lo halló para ayudarnos a poner frente al espejo nuestra humanidad.

Hoy es actor-director del grupo que ha sacado al payaso de las mazmorras del mercantilismo y el seudoarte, obsequiándole la reivindicación de todo mal. En esa defensa, el elenco ha ganado los premios más prestigiosos del país, como el Caricato (2006) y el Villanueva de la Crítica (2012), además de casi una decena en el Festival de Camagüey. Ante Teatro Tuyo ya no se puede guardar silencio.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Fernando y la sorpresa del abracadabra


De niño se la pasaba intercambiando truquitos con sus compañeros de clase. “Así aprendí varios números, pero en aquel momento era por gusto, porque no había desarrollo de la magia. Todo cambió cuando llegó el mago Píter, hizo una convocatoria, éramos 144 y aprobamos 14. De aquel primer grupo solo quedo yo en Las Tunas. Entonces tenía 22 años”.
Cuenta sus inicios el ilusionista Fernando Rodríguez Vázquez, integrante junto a su esposa, Yanisbel Téllez, del dúo Los Dóbel (apelativo que sale de la unión de la última sílaba de sus nombres), muy premiados en los festivales Ánfora por la creatividad y el acabado de las presentaciones. Aunque debemos aclarar que de dos, han pasado a ser tres. 
“Cuando yo iba a trabajar, ponía los materiales y equipos sobre la cama, y mi niña viendo cómo preparaba los números, se ponía frente al espejo a ensayar y así de esa manera tan natural se ha adentrado en este mundo”. 
La familia “Dóbel” anda siempre junta para arriba y para abajo. La unión entre sus miembros y el apego al hogar han sido el aliciente para luchar desde aquí por la compañía Huracán Mágico, y no escuchar propuestas en otras provincias o países. “Soy muy familiar, casero, salgo de gira y a los tres días quiero regresar”.

jueves, 6 de noviembre de 2014

La Fuente de Las Antillas quiere volver a la vida

en coautoría con Bárbara Carmenate Hernández (Crítica de Arte)


Preocupados andan los tuneros ante el estado deplorable que hoy muestra la Fuente de Las Antillas, obra escultórica más relevante de nuestra provincia, que ya forma parte de su identidad cultural y ha devenido símbolo de la localidad. Su creadora, Rita Longa Aróstegui (La Habana 1912-2000) fue una insigne creadora, cuya vasta carrera le confirió en 1995, el Premio Nacional de Artes Plásticas. 
La Fuente… está ubicada en una explanada entre dos importantes arterias viales, la avenida Vicente García y la calle Lucas Ortíz, muy próxima a las márgenes del río Hórmigo. Se integra armónicamente al paisaje circundante, presidiéndolo desde el punto de vista estético. 
Su inauguración oficial ocurrió el 24 de febrero de 1977. Ese acontecimiento abrió las puertas al III Encuentro Nacional de Escultores y al Movimiento de la manifestación en Las Tunas, un hecho cultural que ya cuenta con 37 años de existencia.
Esta creación de Rita representa la leyenda del Cacique Jaías y el surgimiento de Las Antillas contada por el cronista de Cristóbal Colón, Pedro de Anglería, a través de cuatro figuras humanas detenidas en difícil equilibrio que tratan de alcanzar la calabaza: símbolo del mito. La india taína, cuerpo femenino que yace sensual entre elementos marinos, simboliza la isla de Cuba.

jueves, 23 de octubre de 2014

Sin arrepentimientos, instructora de arte

● Este 20 de Octubre, la brigada José Martí cumplió 10 años de vida. En ese tiempo solo dos instructoras de arte han obtenido en Las Tunas su Premio Especial. Aquí va la historia de una de ellas.

Costó encontrarla. Y con tan solo verla tuve la certeza de que mi viaje, llamadas a deshoras y molestias a terceros valdrían la pena: estaba ante un alma buena. Y nada desamorado o frío podía salir de aquel diálogo.
No pasábamos del saludo y el dibujo de la pregunta inicial cuando me soltó de sopetón: “Eso del baile yo lo traía en la sangre”, mientras rememora toda la parentela que es músico y por tanto, ella no podía dejarlos solos en la escena.
Con esas dotes, el barrio y la escuela primaria la vieron miles de veces deslizar su cuerpo entre pasos de coreografías y ritmos de moda o tradicionales. La Secundaria Básica no fue diferente. El noveno grado le trajo un regalo del cielo: la apertura de la carrera de instructor de arte.
“En el otorgamiento de beca me llegó Comercio, y dudé un poco, pero me fui por lo que más me gustaba, el mundo de la cultura. Y nunca me arrepentí”.
¿Tuviste buena preparación como instructora de danza?
“Sí, las asignaturas hicieron énfasis en las danzas cubanas, pero estudiamos bastante el folclor internacional. El ambiente de la escuela ayudaba mucho al crecimiento, no solo por el período de prácticas, sino además por los grupos artísticos que formamos dentro del centro”.
Y de la graduación en el 2004 en Villa Clara, allá donde Fidel los llamó valientes abanderados de la cultura y el humanismo, ¿qué recuerdas?
“Me sentía terriblemente nerviosa. Por fin cumplía mi sueño, y para más felicidad estaba el Comandante en Jefe. Cuando me vi con el título en las manos fue un momento inolvidable, una emoción...

jueves, 16 de octubre de 2014

La "damisela" que esperó a Dioscóride

“El interés comenzó de muchacho”, rememora mi interlocutor y lo imagino allá en Ojo de Agua (Las Tunas, donde nació en septiembre de 1938) correteando entre los arbustos, haciendo alguna que otra maldad, pero siempre con aquella idea fija: mientras otros niños soñaban con papalotes, él deliraba por una guitarra.
Ni pensar entonces en compras de ese nivel, estaba deprimida la situación económica familiar. Cierto día le dio por reparar una que a sus primos se les había roto, con la cual aprendió algunas notas auxiliado por estos parientes y su padre, quien escribía décimas y tocaba el tres. Pero la alegría duraría poco: unos conocidos le pidieron “su damisela”, y todavía están por devolvérsela.  
A los 18 años el mozuelo ya no pudo más con sus desvelos nocturnos imaginándose entre acordes. El bichito de constructor definitivamente “me picó. Mantenía guardadas unas plantillas de la que había arreglado y mi papá me trajo del pueblo madera y un cono de hilo de bailar trompo. Empecé a idear cómo hacerla, hasta que salió y con ella me fui a cantar a Radio Circuito (Hoy Radio Victoria, la emisora provincial)”.
Sin haber visto nunca cómo realizar un instrumento de cuerdas pulsadas, sin herencia de carpintero, ebanista o músico profesional, Dioscóride Tomás Borges, hizo su primera guitarra, la intuición lo guió, o su estrella, como diría mi vecina. 

jueves, 9 de octubre de 2014

Presos de la irresponsabilidad



Recuerdo que mientras me contaban, la comida se fue haciendo un nudo en mi estómago, recuerdo que llegó el momento en que ya no pude tragar más. Había muerto un niño, o mejor dicho, un adolescente, aunque la verdad para mí es lo mismo, así los manuales aseguren que a esa edad nos empezamos a alejar de la infancia.
Falleció hace poco. No había agua en la piscina y él y sus compañeros de aventuras decidieron darse un chapuzón en la presa de El Cornito. Quizás otras veces lo habían hecho, ¿por qué no repetir la dosis?, nunca había pasado nada. Hasta quién sabe si se preguntaban de dónde salían todos esos regaños por supuestos peligros relacionados con el lugar.
No imaginaban que de la manera más cruenta comprobarían el origen de tanta alerta. Apenas iniciaban el octavo grado y ya tendrían un momento fatalmente inolvidable, verían ahogarse a un compañero de clases, el mismo que minutos antes reía o tal vez bromeaba con alguien; el mismo que en casa esperaban sano y salvo. 

lunes, 29 de septiembre de 2014

Carlos Esquivel a contragolpe



Corre el minuto 55. Está por suceder el milagro: un gol poético. No importa si para conseguirlo Carlos Esquivel (Elia, Las Tunas, 1968) tiene que ahuyentar los miedos que rodean a cualquier escritor; y desmarcar a seis jugadores ingleses, que bien pueden ser Hoddle, Reid, Samson, Butcher, Fenwick y al portero Shilton, o quizás a defensores del Madrid, o a críticos y abanderados de faunas literarias.
“Esquivel avanza con la pelota, su estampida recuerda estampidas idílicas (Diego Maradona el 22 de junio de 1986 en el Estadio Azteca, Lionel Messi en el Santiago Bernabéu, el 2 de mayo de 2009), sus enemigos se convierten en ovejas de paso. Dribla hacia la derecha, una ráfaga cruza el mediocampo, una sombra alejándose de líneas y cuadrículas rivales. Está a escasos metros de la portería enemiga. Un rugiente marcador central yace en el suelo. Prepara el disparo. Fuerte. Rasante. O acaso una comba que derribará las ilusiones, otra más, del portero. La jugada es, por imposible, perfecta. Zigzaguea a escasos metros de esa portezuela casi prohibida. La pelota avanza entre los pies del guardameta y se refugia revoltosa en las redes. Gol. Golazo.” 
 Los hinchas lo saben, ese gol no es otro que Once (Editorial Unión, 2014). La grama lo recibe como el primer cuaderno de poesía dedicado al más universal de los deportes de toda la literatura cubana. Desde las gradas, los cantos no cesan y un pedido se escucha: ahora la pelota (la palabra) es suya poeta.


jueves, 11 de septiembre de 2014

Torre de susurros

Durante los meses de julio y agosto y con el nombre de Torre de susurros, el destacado escritor Carlos Esquivel regaló a los lectores del periódico 26 unas singulares reseñas, provocaciones las llamaría él, que llamaron la atención sobre asuntos en los que apenas reparamos. Aquí les comparto tres.



El arte y los perros
                                             LAS CULPAS DE LA PIEDAD  

Es dulce oír cómo ladra el perro fiel que está de guardia y nos da la bienvenida al acercarnos a nuestro hogar. No soy yo quien escribe eso. Es Byron. También Lord Byron hacía epitafios para todos los perros que tuvo, apresado por el suplicio de perderlos.
Quizás nos da dolor saber que esos animales sufrieron, sufren, la vejación del arte. Un rutilante ser como Matthew Hopkins en El libro de los cazadores de brujas nos agrede con la imagen satanizada de ellos. La transformación de las brujas, cuadro de Goya en el que las brujas se metamorfosean en repulsivos canes.
Ya en la cristiandad occidental antigua, San Cristóbal aparece con la cabeza de lobo. Venía de esa época la idea prohibitiva de los curas de poseer perros porque estos constituían un mal ejemplo: copulaban en público (los perros, aclaro), hacían ruido y trasmitían la rabia.
No muchos recuerdan la fábula de William Robert Spencer. El sabueso fiel acuchillado por su amo. La historia es triste. Me imagino el dolor del animal, porque no hay peor dolor, creo yo, que el de ser fiel y que no crean o admitan esa fidelidad. El perro cuidaría al hijo del príncipe mientras este iba de caza; al regresar encontró ensangrentada la cama del pequeño, qué tenebrosa sacudida, ni rastro del niño, solo el can, impasible y, para colmo, juguetón.
El soberano creyó adivinar la escena cruel, la del perro destrozando a su hijo. Arremetió contra él a puñaladas, y el quejido se confundió con el del niño que salía del escondite donde el propio perro le había puesto luego de liberarlo de una ponzoñosa bestia. El príncipe Lewellyn cubrió con honores la tumba de su mascota Gelert, pero ya el daño estaba hecho. Y deshecho.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Danay y el delirio de una guitarra

Las Tunas tiene algo claro, no podrá olvidarla, aunque hace pocas semanas terminara aquí su nivel medio y el umbral de la vida profesional, a sus 18 años, espera verla pasar, con toda la carga de suerte y destino a cuestas que eso lleva.
Su nombre posó para la historia. Residente en el municipio de Baraguá, Ciego Ávila, y como parte de la escuela vocacional de arte El Cucalambé, ganó en abril último el segundo premio del Concurso de Guitarra de La Habana, y se convirtió en la primera estudiante de la enseñanza artística tunera que obtuvo un lauro internacional.
Mientras las eliminatorias del certamen avanzaban, y los nervios no podían derribarla porque ella tenía consigo al mejor aliado, el entrenamiento, quizás la película de lo que ha sido su existencia rodó en el pensamiento.
Volvieron las imágenes del aprendizaje elemental en tierra avileña y del regocijo  por alargarle la vida al amor hacia la guitarra que en su familia se profesa; retornaron los días de llanto por el extrañamiento del hogar y los viajes de mamá para acurrucarla y darle ánimos; la llegada al Balcón de Oriente, su abrazo con un plantel donde encontraría frutos dorados y la certeza de que una y otra vez si reencarnara, escogería ese instrumento.

lunes, 25 de agosto de 2014

Concierto a la siniestra

Mano zurda, escribe tú/ y que la derecha hable
que se confiese culpable/ del milenario tabú
Alexis Díaz Pimienta

● El 13 de agosto el mundo celebró el Día Internacional de la Zurdera, instituido desde 1984 por la UNESCO, entre otras motivaciones para concientizar sobre las ventajas y desventajas de ser así.


Mi mamá nació zurda y a puro cocotazo su papá le enseñó a escribir con la otra mano. En el campo donde vivían, mi abuelo entendió que era lo mejor, según la creencia popular, para que su querida pequeña burlara el destino maldito que le esperaba, despojado de buenaventuras y gracias intelectuales, si los dedos derechos no ganaban la partida.
Con esa historia crecí, y por ello enseguida supe que vivimos en un mundo de diestros. Si te va mal en las lides de “mover el esqueleto” dicen que eres zurdo en el baile; si tienes un día para olvidar, todo salió mal porque te levantaste con el pie izquierdo; y si adquiriste algo en terreno ilegal lo conseguiste “por la izquierda”. Casi nadie vislumbra la sutil discriminación existente en el trasfondo de esas frases.
Instrumentos musicales, herramientas de trabajo como la tijera y el mouse de muchas computadoras están hechos para la “especie dominante” (aproximadamente solo entre un 8 y 13 por cierto de la población mundial es zurda), y obligan a readaptarse, a buscar variantes de uso a la minoría afectada.
Ojalá mi abuelo viviera, para explicarle que no debió preocuparse en vano. Los zurdos, aunque lo parezca, no tenemos ninguna maldición arriba, ¿dije nosotros? Ah lector, un dato importante, por aquello del que no quiere caldo, le dan tres tazas, la hija de mi mamá, es decir yo, nació con tal fenotipo.

miércoles, 30 de julio de 2014

Apuesta


Iba para el teléfono. Desde el otro lado de la línea me contestarían: “Estoy devastado. Perdió Argentina”. Y mientras más me acercaba a esas palabras de absoluto dolor, (sí, porque cuando llevas muy dentro a tu equipo, quieres morir ante la derrota, incluso si hay quien ingenuamente no deja de decirte: piensa, es solo un partido) cierto joven en bicicleta pasó por mi lado a toda velocidad.
Alguien alcanzó a preguntarle: “Oye ¿y esa carrera?” El eco de su voz trajo la respuesta: “A pagar 100 pesos de una apuestaaaaaaa, yo le iba a Messiiiiiii.” El cuerpo del muchacho se hizo un punto lejano en la carretera y su contesta encendió los comentarios a lo largo de la calle. Hasta llegar a la pública escuché varias historias de montos perdidos o ganados.
La verdad, esas vivencias que no busqué conocer y quizás hubiera preferido ignorar, terminaron de esculpir el otro “Mundial” que, a juicio de las tantas anécdotas escuchadas desde el inicio de la competencia, sospecho se jugó en algunos barrios de mi provincia, mientras Brasil convidaba al mundo a dejarse llevar por una bella palabra: gol.
El mundial de las apuestas, de los mercaderes de sentimientos, quienes en vez de camisetas de sus selecciones usan bolsillos. En su actuar lo que predomina es un pronóstico sobre otro, con el consabido pago al vencedor, y no el deseo loco e  inquebrantable de ver ganar a sus jugadores preferidos, en un acto de sincero amor al fútbol. 

jueves, 24 de julio de 2014

Talleres de verano, ¡qué rico!

Una muestra expositiva de lo aprendido por los alumnos despidió recientemente la segundaedición de los cursos de verano impulsados por la Oficina Regional CIERIC-UNEAC (Centro de Intercambio y Referencia-Iniciativa Comunitaria y Unión de Escritores y Artistas de Cuba). El gran respaldo del público y la presencia de importantes proyectos comunitarios del país no pudieron menos que obsequiarle el éxito a esta convocatoria.  
Niños, adolescentes y adultos pasaron cinco días memorables junto a los fieles amigos Mirna Figueredo y Josué López que volvieron con sus sorprendentes origamis (proyecto Universo de papel, Santiago de Cuba); la dulce Carmen Soto y sus muñecas con historias (proyecto Carsueños, Camagüey) y el creativo Pablo Muñoz (Fantasía color de la niñez, Guáimaro), quien en el reciclaje ha encontrado la juguetería más hermosa.
Completaron la delegación, el emprendedor José Luis Leyva (ModAzul, Puerto Padre), preocupado por los buenos modales y el mantenimiento de técnicas tradicionales de la costura y el tejido, y el talentoso Marcos Menéndez que otra vez vino a enseñar cómo hacer un dibujo animado.

lunes, 14 de julio de 2014

Mi Mundial



A Carlos, para que por lo menos tenga esta alegría

Estoy triste. Perdió Argentina. La victoria ha estado tan cerca, que en vez de consolar su “casi triunfo” ha hecho más dolorosa la derrota. Por primera vez escribo algo de fútbol, y lamento que sea para confirmar que el llamado deporte de las multitudes es uno bien injusto.
Uno que es capaz de ilusionarte, de hacerte creer que es posible que tu equipo bese la gloria, y al segundo siguiente te cambia la trama, y el soñado happy end se convierte en un culebrón trágico.
Así es el fútbol, no puede haber descuido, oportunidades perdidas, árbitros miopes y entrenadores ineptos que hacen cambios inapropiados, porque corres el riesgo de quedar llorando sobre la grama; incluso, puedes no dejar pasar una e igual quedar llorando sobre la grama.

jueves, 12 de junio de 2014

Papá, ¡presente!

Hace algún tiempo me escasean buenas historias de buenos papás. Y ya sé que esta no es manera de empezar una crónica en favor de ellos. Pero no puedo evitarlo por estos días. Sin embargo, diversas vivencias me salvan y no dejan que la amargura tome cuerpo. 

Conozco a uno que cambió de trabajo solo para poder cuidar a su pequeña; a otro que se divorció de la madre de sus hijos, pero no de ellos; a uno que si su parvulito está enfermo no se puede concentrar en nada, y solo él sabe la cuota de infelicidad que está soportando para evitarle profundas tristezas.

Veo pasar por mi barrio a otro que sin que los niños de la casa lleven su sangre, los ha criado como si la tuvieran; soy amiga de uno que meses atrás me dijo: “Zuci ahora sí se acabó la producción”, y recientemente lo encontré en el Facebook eufórico, chocho, bobito enseñando a su más reciente retoño. ¡Por fin el varón!, luego de dos hembras (Creo que ahora sí, Leo, debes cerrar por inventario).

miércoles, 4 de junio de 2014

La confabulación de los editores de Guillermo Vidal

Para que las cuartillas vírgenes broten en libros y el mundo sepa de sus aventuras hacen falta los editores, aunque en la gloria pocos se acuerden de nombrarlos. Guillermo Vidal, el gran renovador de la narrativa cubana de los años 80, tuvo su grupo de elegidos, y a ellos les entregó las obras con ejemplar desprendimiento, como un padre que deja en buenas manos a sus hijos.
Cuenta Carlos Tamayo, presidente provincial de la UNEAC (Unión de Escritores y Artistas de Cuba) que cuando el autor de Matarile era ya un nombre reconocido por los narratólogos, a veces le decía: “Tú fuiste mi primer editor”, porque él estaba inédito antes de que apareciera el plegable Las voces sobre las voces (1981), por el sello editorial de la casa de cultura Tomasa Varona, bajo la responsabilidad de Tamayo.
Luego, en 1984, tuvo el honor de llevar a buen puerto la salida del relato Se permuta esta casa, con el que el cultivador de Las manzanas del paraíso ganó en la primera bienal del cuento Marcos Antillas (Jurado: Onelio Jorge Cardoso, Manuel Cofiño y Ricardo Repilado). “Le propuse ilustrar la cubierta con una foto de la “Tomasa Varona”, a él le pareció gracioso y aceptó.”
Una década y media después, llegó a las manos de Mirta Beatón, fundadora de la editorial local Sanlope, un cuaderno con igual título, que además de tener esa historia nostálgica congelada en las paredes de un hogar, incluía otras nueve narraciones. Pocas veces ella disfrutó tanto su labor. Incluso hoy, no se cansa de hojear estas páginas que le valieron el Premio Provincial de Edición. Allí siempre encuentra a su amigo.

jueves, 15 de mayo de 2014

Guille, ¿quién dice que estás muerto?

Hoy 15 de mayo del 2014 se cumplen 10 años de la muerte de Guillermo Vidal, una década de aquel día triste que sorprendió a muchos. Desde entonces Las Tunas extraña ver caminando por sus calles, bromeando en alguna esquina, sentado en uno de sus parques al hombre que logró incluirla con letras ciertas y doradas en el mapa literario nacional del siglo XX.
Se iba el genio renovador de la narrativa de los 80, el admirado escritor, el buen ser humano, el controversial y valiente artista, el amigo de muchos y seguramente, la razón de envidia de otros. Las Tunas hoy vuelve a sentir el dolor, vuelve a maldecir al cáncer que se lo llevó de su lado.                                                  
Quizás el "Guille" sospechaba que marcharía pronto y por eso su urgencia de levantarse de madrugada, cuando aún no tenía computadora, para adelantar alguna cuartilla en una máquina de la Dirección Provincial de Cultura. O quizás lo hizo porque sabía que lo extrañaríamos demasiado, incluso aquellos que nunca tuvimos la celestial dicha de conversar con él. Qué mejor manera de estar cerca suyo que a través de sus libros.

lunes, 5 de mayo de 2014

Un pasillo para Formell



Murió Juan Formell y Cuba que bailaba al toque de un día de asueto, paró en firme, dejó la rueda de casino a medias y empezó a llorar al maestro; a un hombre que escogió honrarla desde la música, y le fue fiel, y la amó, y la hizo su musa. 
Dice mi mamá que en su tiempo no había 15 sin temas de Los Van Van;  mi vecinita dice que en el suyo, que es ahora mismo, tampoco. Así, sin el más mínimo respeto al dios Cronos, la agrupación nacida en 1969, es imprescindible en la banda sonora de este país, sea cual sea la época bajo la lupa.

Todo el mundo en Cuba se ha "ripiado" con su música. Lo mismo cuando se usaban los pantalones campanas que los corte tubo; cuando los discos eran de acetato o en días de plena era digital. Siempre, cada generación, sin importar diferencias de circunstancias históricas y sociales, se encontró en sus letras, halló en su ritmo una invitación irrechazable a dejar los pies en la pista.
Eso lo vi con mis propios ojos en noviembre del 2010 durante el concierto de la orquesta en la Plaza de la Revolución de esta ciudad. Allí se congregaron más de 60 mil personas, asistencia que terminó siendo un récord para la instalación. Abuelos y nietos, hijos y padres, novios adolescentes, todos con sus historias de vanvaneros, con su propio idilio de bailadores.

jueves, 1 de mayo de 2014

Marcos, el niño de los animados

A lo mejor descubrimos que todo es un espejismo. Marquitos no creció. Sigue siendo aquel niño que lloraba a “moco tendido” porque no quería llegar a la adolescencia. El de los video-juegos y la plastilina. El que se sentaba con su papá a ver los “muñes” como ritual sagrado, y Matojo, Elpidio Valdés, Mickey Mouse y el pato Donald reinaban entre sus héroes.
A lo mejor conocemos que sigue siendo aquel pequeño renuente, a pesar del transcurso del tiempo, a dejar sus juguetes de la infancia, o mejor dicho, los personajes de las narraciones que tanto le gustaba inventar.
Puede ser que lleguemos a ese veredicto. Pero antes la historia de vida de Marcos Menéndez Hidalgo (Puerto Padre, 1984) nos intentará convencer de lo contrario, cuando leamos que aunque tenía aptitudes para el dibujo decidió tomar otros caminos, porque lo de ser artista plástico no era “cosa seria”.
Y estaremos más confusos al saber que el destino dio varias vueltas, y de pronto, como en acto de corrección, estudiará Licenciatura en Informática. Allí un amigo se sorprenderá ante sus habilidades en el Paint, el programa de Windows para dibujar, y le hablará del Flash, diseñado para crear figuras y moverlas.
“Ese mismo día hice un corto, se llamaba Bola, el bárbaro, un tipo que presumía de sus músculos, explotaba y se llenaba la pantalla de sangre. Era muy rústico”, recuerda sonriente Marcos. Entonces no imaginaba que años más tarde sería un destacado editor del telecentro puertopadrense Canal Azul y un abanderado de la realización de dibujos animados en la provincia.
Tampoco podía sospechar que su nombre estaría entre los premiados de Festivales de Televisión en varios niveles, sobre todo, por la calidad de la infografía de los programas. Ni que sus cortos lo incluirían como participante recurrente en la Muestra Joven del ICAIC (2010-2013), y mucho menos que competiría en certámenes extranjeros como el ANIMA 2011 (Argentina) y el Notodofilmfest 2010 (España), en el cual obtuvo una mención especial.  
Pero recuerde lector, no se deje engañar, puede que el Marcos adulto sea solo una alucinación. Hablemos mejor con el animador para buscar nuevos rastros.

lunes, 14 de abril de 2014

Un minuto, antes de cruzar

Faltó poco, tan poco que cerré los ojos creyendo lo inevitable. La “chispita” (autocarril o autovía) casi roza el carro. No hubo timbre de aviso, no hubo mirada del chofer para cerciorarse si era oportuno pasar. Todo estaba listo para la desgracia, pero por suerte, literalmente, por suerte, no nos pasó nada.
Parecía cosa del destino: en esa fecha yo investigaba sobre los accidentes del tránsito. El karma definitivamente consideró oportuno una clase práctica que me ilustrara cuán vulnerables podemos ser ante esos hechos; o una sobre el a veces cruel significado del vocablo paradoja. Ambos saberes, luego del leve estado de shock, fueron asumidos.
Mi historia sucedió en un crucero, un pase a nivel en términos ferroviarios, el lugar donde es obligatoria la parada y la extrema precaución de choferes, ciclistas, motoristas y peatones, pues el tren comanda en dichos reinos. Es imposible ir en su contra, sobre todo porque no puede frenar tan rápido, como otros tipos de transporte.

jueves, 3 de abril de 2014

Payasos por cuenta (im)propia

Dos fotos (1x1), 30.00 pesos de sellos y una cuota mensual de 100.00 pesos bastan hoy para sacar una patente de payaso, para legalmente ir de casa en casa en temporada de cumpleaños con juegos y canciones a embelesar a los niños y “oxigenar” el bolsillo. ¿Es eso ser un payaso? ¿Una función? ¿Un trabajo? ¿Solo se trata de vestuario colorido, zapatos grandes, maquillaje exagerado, la nariz roja y cuatro piruetas?
Disímiles personas responderían que sí, víctimas de los abundantes malos referentes a lo largo de sus vidas. Qué otra cosa podían alegar, si les han convencido de que un clown es hacer payasadas, auxiliado de números escénicos menores y con la risa como único objetivo. Algo fácil, simple, ente casi exclusivo de los espectáculos de variedades.
Muy pocos llamarían a este personaje un actor y le adjudicarían la seriedad y el estudio que esa acepción entraña. En Las Tunas hemos tenido suerte. El grupo Teatro Tuyo desde hace algunos años nos ha abierto las mamparas de un mundo distinto, donde respira la máxima: “Todos llevamos un payaso dentro”, pero aclarándonos que no todos tenemos la capacidad de encontrarlo y mostrarlo. 

jueves, 27 de marzo de 2014

Las ilusiones de una ilusionista

Dice que la magia la descubrió a ella y no viceversa. Desde pequeña le gustó,  pero ni en sus delirios más acabados de la niñez se imaginó sobre un escenario haciendo trucos. Era muy tímida, “aún lo soy”, aclara.
De adolescente empezó como bailarina. Tiempo después una prima le contó que en la compañía Huracán Mágico necesitaban una asistente. José Reynerio Valdivia Valdivia, el mago Píter, la recibió y ella nunca más quiso irse a otro lugar.
Luego pasó lo que se veía venir, muy pronto intentó realizar sus propias rutinas y no hubo marcha atrás. La niña timorata subiría al proscenio a encantar al público. Yanisbel Téllez Mulet, miembro de la UNEAC y con casi 16 años de quehacer, es hoy una de las integrantes más laureadas del destacado elenco local. Venezuela también sabe de su sensibilidad.
Premios en el festival Ánfora en categorías como magia general, cómica; pequeñas ilusiones y la actuación femenina enaltecen su palmarés. De esas glorias habla con regocijo, pero sin vanidad. Sus ojos brillan más si le preguntan por la escuela regional de la manifestación que se espera abra aquí en septiembre próximo. Tiene mucha esperanza puesta en ese proyecto.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Mis 30

Con mi hermano
Debo escribir sobre la XXIII Feria Internacional del Libro, en el Periódico esperan por mí. Pero son otros los “cuchicheos” que me trae la inspiración. No quiero escribir de una Feria paliducha y enclenque; no quiero, pero debo, y aún así, son otros los delirios en los que me sumerjo.
8 de Marzo de 2013. Cumplí 30 años. A riesgo de parecer demasiado común, confieso: no me lo creo, esa edad no vive en mí. Extraño la época en que me alcanzaban los dedos de las manos (y los de los pies) para decir mi tiempo en el reino de este mundo. La extraño.
Dándole cariño a mi papá
Ahora un almanaque dice otra cosa. Y mi vecina me lo recuerda: “Zuci, ¿hasta cuándo? Es hora de casarse, de tener hijos.” Llego al trabajo y aquí tampoco me dejan olvidar: “Arriba, qué estás esperando.”
Y sí, hubiera querido que mi andar al Sol de hoy hubiera sido diferente. Tener ya a quien nombrar esposo, compañero; tener ya a quien nombrar hijo, hija. Pero como casi siempre sucede, no todo ha salido como esperé. La vida a veces me traicionó, a veces me sorprendió; a veces no me dejó claro sus intenciones y en otras fue demasiado explícita.
Sin embargo, no veo derrotas por ningún lado, mientras gané o perdí tiempo, como quiera verse, llegaron mejores oportunidades, definitivamente mejores, y me hicieron mirar más allá de lo previsto en mis sueños inaugurales, y me forjaron en un ser más acabado y sensible.
Pero eso a mi vecina no le convence. Ella no entiende que además de madre y esposa en potencia (qué raro suena eso), soy hija, hermana, amiga, periodista, y en cada uno de esos universos tengo mis guirnaldas. Como sé que no entiende, yo solo la alejo con: “Pronto, pronto.”
Sin los amigos no se puede llegar a puerto seguro
30 años. Llegaron muy rápido. No los rechazo. No los esconderé, pero llegaron muy rápido. Vinieron a subirle la fiebre a la presión social que hace un tiempo me acecha, me descubre y casi condena.
Aunque mirando a mi vida actual quizás, y digo quizás para no “creerme cosa”, no demore mucho que vaya y le toque a la puerta a mi vecina (antes que a mi mamá): “Lucy, aquí te presento a mi novio. En unos días te confirmo si estoy embarazada.” 

viernes, 28 de febrero de 2014

Teatro Tunas se desencadena

Justo en el corazón de la ciudad de Las Tunas, como reza su eslogan, está el Teatro Tunas, sede de lujo de la cultura. Ha visto el paso del tiempo, pero sobre todo, la sensibilidad que puede brotar de las mujeres y los hombres de estos lares. Nadie lo duda, allí hemos sido felices, hemos vivido momentos que probablemente contaremos con orgullo a nuestros nietos, tal como todavía hay quien habla del Teatro Rivera.
Pero en esa conexión sentimental con el recinto, no todos los capítulos son rosa. En época reciente hemos visto perder “ELO” a su cartelera, aunque las estadísticas hablan de haber recibido en el 2013, como promedio, dos giras nacionales por mes. Pero… y, ¿el resto del tiempo?

jueves, 13 de febrero de 2014

El ciclo de Carlos Zamora



Es raro, muy raro, que alguien de Occidente se mude para Oriente. Él lo hizo y le dijeron, como podía esperar, loco y aquello de “¡piénsalo bien, muchacho!”. Dejó a su Matanzas natal y vino a parar a Las Tunas. Aquí nació su primer hijo y ya nada resultó más importante.
Puerto Padre lo adoptó, y poco a poco se sintió parte de esa “pequeña ciudad maravillosa. Con el mar que uno necesita para escribir, con un movimiento cultural y poético notable”. Obviamente, no faltaron las discrepancias, pero las “enfrenté desde una postura revolucionaria”, aclara.   
En términos profesionales asumió la presidencia de la Asociación Hermanos Saíz, dirigió la biblioteca municipal, y años más tarde, comandó a la provincial José Martí.
Aunque se mudó para La Habana, definitivamente le atan demasiados asuntos sagrados al Balcón de Oriente. Tres hijos; la salida a la luz de su primer libro, sus primeras décimas; ser uno de los iniciadores del catálogo de la editorial Sanlope… Podemos afirmarlo: Carlos Zamora (Matanzas, 1962) aquí fue feliz.

jueves, 6 de febrero de 2014

La vejez: El leve murmullo de los elefantes

Por Zucel de la Peña MoraAntonio Raúl Oliva Leyva
Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.
                                                                                                    Ingmar Bergman 

Ñico se va quedando dormido en su butaca mientras por Multivisión transmiten un documental de Animal Planet sobre los cementerios de elefantes. Dice una leyenda africana que allá iban a pasar sus últimos días los paquidermos moribundos. Al final, eso no pasó de ser más que un mito, no muy diferente a El Dorado o la Atlántida. 
En las mañanas, cuando el frío le carcome los huesos, como si un nido de bibijaguas habitara en su interior, busca siempre el lado más cálido del patio, antes que el Sol caliente demasiado.    
Él es de la época de cuando los hijos pedían a los padres la bendición, les decían usted, no se atrevían a fumar frente a ellos y solicitaban permiso para hablar. En algún momento de su vida, quiso recibir el mismo respeto y soñó con tener descendencia; pero, al llegarle la oportunidad, cerró la puerta con un: “Tienes que abortar, no estoy preparado para eso”, sin saber que aquel sería su único chance.

jueves, 30 de enero de 2014

Si te pudiéramos querer

Dos veces en la misma semana, imposible no escribir. Primero fue en el memorable concierto de Omara Portuondo en el Teatro Tunas. Mientras la Diva del Buena Vista Social Club cantaba temas nacionales tan queridos como Dos gardenias (Isolina Carrillo), Veinte años (María Teresa Vera y Guillermina Aramburu), Lo que me queda por vivir y Amigas, ambos de Alberto Vera, yo pensaba en los jóvenes que caminaban en ese momento frente al recinto cultural. ¿A cuántos le hubiera gustado entrar?
Pocos días después en el mismo escenario, ante un público mayoritariamente infantil se presentó la compañía argentina La Cigarra, formada por niñas y niños descendientes de cubanos o relacionados con nuestra cultura de alguna manera, casi siempre filial. Los pequeños de la tierra extranjera vinieron a bailar en casa del trompo y no pudieron ser más elocuentes.
Estremecieron al Teatro, allí se movió hasta el más pinto, ya fuera sentado o de pie. Interpretaron con algunas licencias rítmicas, composiciones como el Chan Chán (Compay Segundo), El cuarto de Tula (Sergio González); hicieron alegorías a Los Zafiros y hasta cantaron un danzón, ese género que para muchos adolescentes y jóvenes de nuestro país constituye pura arqueología. Al terminar el espectáculo escuché a alguien decir evidentemente apenado: “Viste la clase de cubanía que nos acaban de dar.” 

miércoles, 22 de enero de 2014

De dos, cero



Rendirse, aunque algunos le duela, siempre será más fácil, o por lo menos más expedito. Decir no, cerrar puertas, dejarlo para después, no intentarlo, asumir que es imposible. Siempre ese atajo llevará a menos carga sobre los hombros, que si nos atrevemos a abrir murallas o enfrentar la desidia. Es verdad, es más fácil rendirse, pero también más infame.
En la Cuba de hoy organizar un evento cultural puede convertirse en un perfecto ejercicio de cómo volverse loco en pocas horas. Demasiados famélicos presupuestos, abusos de criterios economicistas; pero sobre todo, mentes estrechas, incapaces de la creación.
Sin embargo, sucede que si tiramos los guantes dejaremos de alimentar aquel hermoso concepto que asegura ver la calidad de vida más allá del plato comida diario y el techo seguro, para también priorizar otros universos como los valores espirituales, artísticos, el conocimiento del mundo y la recreación placentera.
Con esa verdad en la mano, que subscribo fervientemente, imagine usted, lector, mi frustración cuando sentí la mala energía que hirió la XX convocatoria del festival deapreciación cinematográfica Cinemazul 2013, en mayo pasado.