Justo
en el corazón de la ciudad de Las Tunas, como reza su eslogan, está el Teatro Tunas, sede de
lujo de la cultura. Ha visto el paso del tiempo, pero sobre todo, la sensibilidad
que puede brotar de las mujeres y los hombres de estos lares. Nadie lo duda,
allí hemos sido felices, hemos vivido momentos que probablemente contaremos con
orgullo a nuestros nietos, tal como todavía hay quien habla del Teatro Rivera.
Pero
en esa conexión sentimental con el recinto, no todos los capítulos son rosa. En
época reciente hemos visto perder “ELO” a su cartelera, aunque las estadísticas
hablan de haber recibido en el 2013, como promedio, dos giras nacionales por
mes. Pero… y, ¿el resto del tiempo?
El
resto del tiempo la institución debe lidiar con un presupuesto enclenque, como
diría mi abuela, que varía continuamente. Algo más de 20 mil pesos mensuales se
necesitarían para mantener una programación decorosa, y a veces solo le han
destinado un cuarto o la mitad de esa cantidad. Reflexione: si un espectáculo
de humor con figuras de primera línea no baja de los 15 mil pesos, ¿es posible
siquiera idear la presentación?
El Teatro Tunas espera cada año al Ballet Nacional de Cuba |
Así
resulta difícil concebir una estrategia seria. Por eso en vidriera han
aparecido anuncios de talentos con escaso poder de convocatoria, pero que
cobran poco; o no se ha ido en blanco la semana gracias a alguna propuesta de
creadores aficionados o subvencionados. Los primeros si traen un espectáculo de
calidad, merecen subir a este escenario, pero no deben convertirse en un comodín
a ultranza, inconsciente de la prestancia del lugar.
Los
segundos tienen en la música de concierto importantes valores, que han de ser
más y mejor programados, pues crece cada día el público seguidor de la
manifestación. Sin embargo, recordemos que ese es solo un sector del auditorio asistente
al Teatro.
Por
su poder de convocatoria y la posibilidad de aportar al presupuesto nacional,
en lo que ha demostrado eficiencia, el “Tunas” necesita y merece estar mejor
protegido financieramente, y luego impulsar una programación variada y activa. Tal
respaldo no debe quedarse exclusivamente en el presupuesto, ha de extenderse también al mantenimiento constructivo.
El festival de magia Ánfora es una de las citas que más colma al Teatro Tunas |
En
los últimos meses el Centro Provincial del Cine ejecutó reparaciones parciales al tabloncillo, sustituyó la
cristalería rota, entregó pinturas para retocar el lobby y la fachada, reparó el lumínico y dio mantenimiento a los
equipos de climatización. Desgraciadamente, eso resulta una mínima parte de lo
que el inmueble demanda.
Las
instalaciones hidráulicas no se retocan desde la pasada década del 80, las
vigas del tabloncillo tienen problemas, el equipamiento de luces resulta insuficiente y la mecánica escénica está en
malas condiciones. Lo verdaderamente terrible es la cubierta, sobre cuyos
hombros han estado los 66 años de la instalación. Para rematar Ike vino y lo
hirió sin remedio.
Sobre
la situación del techo he preguntado decenas de veces, y hace rato, cuando
recibí respuesta, me dijeron que los materiales estaban estancados por cierta
firma en La Habana. Al
parecer esa rúbrica vio muy largo el viaje a Oriente, porque todavía nada y
aquí debemos continuar preocupándonos si llueve fuerte. El agua entra como Juan
por su casa, moja no pocas lunetas y parte del escenario. Jamás olvidaré el día
que alguien abrió una sombrilla dentro del Teatro.
Para
abril venidero se anuncia la séptima visita del Ballet Nacional, que por cierto
no vino el año pasado debido a compromisos de trabajo, y no por lo que hemos dialogado
aquí, como se comentó. Ojalá en esa fecha a
No hay comentarios:
Publicar un comentario