En
tres líneas los libros de Historia resumen la estancia de José Martí en la
finca El Abra, de la entonces Isla de Pinos, luego de su salida del presidio
político y a la espera de la deportación. Se sabe muy poco de esos dos meses y
cinco días. ¿Qué pudo o no pasar?
Nelton Pérez, poeta pinero y narrador manatiense, como gusta nombrarse, no quiso
quedar varado entre incógnitas y fue a buscar respuestas con su novela Infidente, ganadora del Premio Alejo
Carpentier 2015. No hablamos de cualquier contesta, es la suya, la de un
fabulador, de ahí que se invente ese tiempo del muchacho que estaba por convertirse
en el hijo más universal de Cuba.
Aquí
está su Martí, lo descubre y comparte con los lectores. Alejándose de la fiebre
realista que padece la literatura nacional, no teme lo que otros, ficcionar con
una personalidad histórica. Y lo hace a partir de la investigación profunda, al
punto de atreverse a simular el jugo espirituoso del lenguaje martiano en
cartas apócrifas, que están entre lo más estremecedor de la obra.
Para
narrar se sirve del plano centrado en El Maestro, y de otro que muestra a un
estudiante universitario en los años 80, interesado en hacer su tesis sobre dicha
estadía. A su alrededor laten acontecimientos como los sucesos del Mariel, los
cuales le imponen intensas reflexiones.
Tras
presentarse Infidente en la librería
local Fulgencio Oroz, La Rendija dialoga
con el autor que nació en Manatí y de alguna manera nunca se ha ido, aunque desde
adolescente vive en la Isla
de la Juventud.