martes, 21 de julio de 2015

Escapar al delirio de Niurbis




Hace muy poco salió su tercer libro, todavía lo abre y huele a tinta fresca, a camino virgen. El poeta Carlos Zamora, al comentar ese texto, nombrado Estaciones o escapar al delirio, llamó a la autora una voz cálida y entre las décimas y los sonetos del título, elogió la altura de las primeras.
"Aquí no encontrarán los ardides del rebuscamiento ni del esoterismo -subrayó-, es una poesía diáfana, natural, como la espontaneidad del beso o la caricia matutina, con el dolor a veces de la nostalgia por lo perdido, el escepticismo o el optimismo que se impone a la adversidad. Más que palabras, hay desgajamiento".
Es posible que Niurbis Soler se entere ahora mismo de tales opiniones, las leerá y sentirá suyas, porque le interese sobremanera esa entrega de sí. Chaparra (municipio Jesús Menéndez) la ha visto por décadas hacer de la literatura su espacio más sanador, y a la misma vez, más desafiante. La Rendija quiso saber, quiso descifrar a Niurbis.
Muchos años escribiendo y tres libros puede sonar a poco, ¿gustas de tomarte tu tiempo para presentar un proyecto?
Algunos me dicen que tengo suerte, porque los tres libros que he mandado a la editorial Sanlope han sido aceptados. No es un problema de suerte, no creo en la suerte. Cuando preparo un cuaderno lo pienso bastante hasta el detalle para que los lectores especializados lo escojan entre lo publicable. Y eso lleva tiempo.
Hablemos de "Estaciones o escapar al delirio"
Me siento bastante satisfecha con este título, desde la portada y el diseño interior que estuvo muy bien pensado. La editorial superó mis expectativas.
Si valoramos la estructura considero que en mi literatura constituye un libro maduro. Tiene tres partes, primavera, otoño e invierno. Alguien me preguntaba por qué no había puesto el verano. Resulta que mi poesía no es optimista, sino más bien pesimista y el verano es una estación relacionada con la alegría evidente.
Le dediqué el segundo capítulo (otoño) a mi poblado, nunca antes me había atrevido. Incluí varios de los poemas que han sido premiados en el Concurso Municipal Canto a Chaparra, que se hace en octubre durante la Jornada de la Cultura.
Chaparra me ha motivado siempre, casi toda mi obra la he creado allí. Ya era hora que le dedicara unas páginas.
En la primavera están los poemas más felices. Y en la tercera parte y final, los más maduros.
¿Esas estaciones son solo las de la poesía, o también las de Niurbis?
Son las mías y las de cualquier persona. En el libro se reflejan situaciones que no me han pasado únicamente a mí. Por ejemplo, el lector sentirá mientras avanza mucha nostalgia. Varios poemas los escribí durante el año y medio que estuve en La Habana, extrañaba mi lugar, y eso le puede suceder a cualquiera.
No crees en la suerte, y ¿en qué crees?
En la fe y la proyección, en lo deseos de cada persona de lograr algo. Creo en mí. El escritor Miguel de Unamuno decía: "El que tiene fe en sí mismo, no necesita que los demás crean en él". Primero hay que confiar en uno mismo, para que luego los demás lo hagan, esa es mi filosofía de vida, y de la poesía también.
¿Ya piensas en otro proyecto?
Tengo cuadernos en preparación, uno de poesía para adultos, otro de décima y el tercero dedicado a los niños, a quienes con anterioridad apenas había escrito dos o tres poemas, pero un día decidí arriesgarme y salió tanto que hasta quizás pueda hacer dos textos.
Entonces, están apareciendo vivencias nuevas
Exacto. Pienso seguir escribiendo, aprovechar el don que me ha dado la naturaleza, le agradezco mucho por eso. Hasta que me muera seguiré escribiendo.
¿Y Chaparra es un buen lugar para hacerlo?
Sí, es buen lugar, puede que esté todo eso del regionalismo geográfico, del que tanto se habla, pero cada persona busca los motivos de su vida, y Chaparra me ha permitido encontrar los míos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario