Hace
muy poco salió su tercer libro, todavía lo abre y huele a tinta fresca, a
camino virgen. El poeta Carlos Zamora, al comentar ese texto, nombrado
Estaciones o escapar al delirio, llamó a la autora una voz cálida y entre las
décimas y los sonetos del título, elogió la altura de las primeras.
"Aquí
no encontrarán los ardides del rebuscamiento ni del esoterismo -subrayó-, es
una poesía diáfana, natural, como la espontaneidad del beso o la caricia
matutina, con el dolor a veces de la nostalgia por lo perdido, el escepticismo
o el optimismo que se impone a la adversidad. Más que palabras, hay
desgajamiento".
Es
posible que Niurbis Soler se entere ahora mismo de tales opiniones, las leerá y
sentirá suyas, porque le interese sobremanera esa entrega de sí. Chaparra
(municipio Jesús Menéndez) la ha visto por décadas hacer de la literatura su
espacio más sanador, y a la misma vez, más desafiante. La Rendija quiso saber, quiso
descifrar a Niurbis.
Muchos
años escribiendo y tres libros puede sonar a poco, ¿gustas de tomarte tu tiempo
para presentar un proyecto?
Algunos
me dicen que tengo suerte, porque los tres libros que he mandado a la editorial
Sanlope han sido aceptados. No es un problema de suerte, no creo en la suerte.
Cuando preparo un cuaderno lo pienso bastante hasta el detalle para que los
lectores especializados lo escojan entre lo publicable. Y eso lleva tiempo.
Hablemos
de "Estaciones o escapar al delirio"
Me
siento bastante satisfecha con este título, desde la portada y el diseño
interior que estuvo muy bien pensado. La editorial superó mis expectativas.
Si
valoramos la estructura considero que en mi literatura constituye un libro
maduro. Tiene tres partes, primavera, otoño e invierno. Alguien me preguntaba
por qué no había puesto el verano. Resulta que mi poesía no es optimista, sino
más bien pesimista y el verano es una estación relacionada con la alegría evidente.
Le
dediqué el segundo capítulo (otoño) a mi poblado, nunca antes me había
atrevido. Incluí varios de los poemas que han sido premiados en el Concurso
Municipal Canto a Chaparra, que se hace en octubre durante la Jornada de la Cultura.
Chaparra
me ha motivado siempre, casi toda mi obra la he creado allí. Ya era hora que le
dedicara unas páginas.
En
la primavera están los poemas más felices. Y en la tercera parte y final, los
más maduros.
¿Esas
estaciones son solo las de la poesía, o también las de Niurbis?
Son
las mías y las de cualquier persona. En el libro se reflejan situaciones que no
me han pasado únicamente a mí. Por ejemplo, el lector sentirá mientras avanza
mucha nostalgia. Varios poemas los escribí durante el año y medio que estuve en
La Habana, extrañaba
mi lugar, y eso le puede suceder a cualquiera.
No
crees en la suerte, y ¿en qué crees?
En
la fe y la proyección, en lo deseos de cada persona de lograr algo. Creo en mí.
El escritor Miguel de Unamuno decía: "El que tiene fe en sí mismo, no
necesita que los demás crean en él". Primero hay que confiar en uno mismo,
para que luego los demás lo hagan, esa es mi filosofía de vida, y de la poesía
también.
¿Ya
piensas en otro proyecto?
Tengo
cuadernos en preparación, uno de poesía para adultos, otro de décima y el
tercero dedicado a los niños, a quienes con anterioridad apenas había escrito
dos o tres poemas, pero un día decidí arriesgarme y salió tanto que hasta
quizás pueda hacer dos textos.
Entonces,
están apareciendo vivencias nuevas
Exacto.
Pienso seguir escribiendo, aprovechar el don que me ha dado la naturaleza, le
agradezco mucho por eso. Hasta que me muera seguiré escribiendo.
¿Y
Chaparra es un buen lugar para hacerlo?
Sí,
es buen lugar, puede que esté todo eso del regionalismo geográfico, del que
tanto se habla, pero cada persona busca los motivos de su vida, y Chaparra me
ha permitido encontrar los míos.
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