martes, 21 de febrero de 2017

Matarile, el arte del encantamiento


Por Carlos Esquivel

Guillermo Vidal me cuenta un sueño terrible. Un atracador enmascarado le cierra el paso y lo conmina a elegir entre la vida y la literatura. Un cuchillo comienza a hundirse en su cuello, sangra, siente el dolor más allá de los términos que el sueño reproduce.
La literatura, me dice, escogí la literatura, aunque al atracador de la pesadilla le responde algo distinto. El miedo lo baña. Entiendo su metáfora como entiendo las metáforas que el sueño atrae y reprime. Estar vivo y condenado a escribir por (para) tus semejantes. Lo sabemos, o fingimos saber: se escribe porque se aprende a sufrir.
La publicación otra vez de Matarile, el mejor texto de Vidal, concurre en homenaje infinito a una escritura que descarna las esencias hacia ese viaje de fabulación interminable: la obra completa del iluminado tunero. Más que novela, Matarile traza un mordaz juego de complicidades, como si aconteciese el pleito en el que los contendientes decidieran los golpes de sus contrarios.

viernes, 17 de febrero de 2017

Los días de Guillermo y Toño

Amarillentas por el tiempo lucen las páginas. Son más que papel. Son el rastro virtuoso de un hombre que cifró allí todas sus esperanzas. "¿Tendrá éxito mi novela? ¿Qué pensará la gente de Toño, este personaje mío tan loco y tan cuerdo?". Quizás se preguntaba Guillermo Vidal mientras escribía Matarile.
El manucristo duerme con los ojos abiertos, como quien no se permite modorra alguna, en la biblioteca provincial José Martí. Allí, su letra tirada al viento. Allí, las huellas de sus manos. Y una no escapa de fabular que llenó tantas cuartillas de un tirón, cual gesto enfebrecido. ¿Acaso fue así?
La escritora Lucy Araújo recuerda que el autor de Las manzanas del paraíso, su maestro, le pidió a ella y a otros amigos encontrar para él un lugar alejado, tranquilo, donde terminar Matarile. El entonces motel Las Caobas, en Manatí, tuvo el honor de recibir aquellos días de alumbramiento.

jueves, 9 de febrero de 2017

Arte abstracto, como Juan por su casa

Hubo hasta quien pintó la sala para recibir al “invitado”. Lástima que sea solo eso, un invitado. Si se pudiera quedar…
El hijo de Marlenis, soñando con una estancia más larga, inquirió: “¿Cuánto costará? Deberíamos preguntar”. Y la hija  de Maritza, vía Facebook, admiró la maravilla que ahora recibe los amigos en su hogar cubano. “Mami, ¡qué lindo!”, le escribió.
Tanto Marlenis Riquenes Rojas como Maritza Ledea Peña andan como sus párvulos, encantadas. “Estoy feliz con la idea. Yo dije que si necesitaban, quitaba hasta el televisor. No quiero que me los lleven”, cuenta la segunda, quien desde enero ofrece a las clientas de su peluquería el valor agregado de un minuto de arte.
La primera por su lado, maestra de profesión, habla de lo que tanto conoce, el valor de educar. “Somos incultos en esta manifestación, tenemos la oportunidad de aprender”, concluye.

miércoles, 1 de febrero de 2017

Payasos para curarte mejor (+Fotos)

No creo que Cristian o Marcelo olviden el día que inició como otro cualquiera y terminó siendo uno a todo color. La rutina de los ejercicios en la Sala de Rehabilitación del Hospital Pediátrico tunero dejó de repetir “arriba, abajo”, para ir en busca de unos amigos medio alborotados, pero con un corazón inmenso.
Cristian y Marcelo formaron parte de la comisión de recibimiento y… de juego también, por supuesto. Ante sus ojos y de los otros infantes que allí sienten alivio a sus dolencias, estuvo una avanzada del grupo de 30 valientes sensibles que se forman actualmente en Las Tunas como payasos terapéuticos. En un dos por tres entró más Sol por la ventana y las sonrisas lucieron rozagantes.