miércoles, 30 de noviembre de 2016

Hay que estudiar a Fidel

Seguramente fue aquella primera vez, cuando sus padres lo llamaron para detrás del escaparate. Tanto misterio tenía un objetivo: escuchar a Fidel desde la Sierra Maestra por las ondas clandestinas de Radio Rebelde. Seguramente ahí fue cuando el Líder de la Revolución Cubana conquistó la lealtad de aquel pequeño.
El infante de entonces es hoy Recaredo Rodríguez Bosch, Doctor en Ciencias Pedagógicas y profesor titular de la Universidad de Las Tunas. Supe de su estudio sobre el concepto de Revolución dado por el Comandante en Jefe, esa declaración que se nos ha vuelto por estos días, firma y compromiso; y salí a la entrevista.
Encontré al “profe” emocionado, poniendo en la red de redes un mensaje: “Quién dice que la esperanza o el futuro puede morir, si Fidel es el futuro, es la esperanza”.
La investigación nació hace años, pero en los últimos cuatro, sobre todo en el  2016, ha enriquecido su corpus científico. “Me puse a indagar los aportes teóricos de la filosofía del siglo XX al Marxismo, y hallé en ese axioma una contribución extraordinaria.
“Lo da en mayo del 2000, en un momento de madurez de su pensamiento, de esplendor en el quehacer como estadista. Hay en esas palabras verdadera síntesis de sabiduría política y una guía sin límites para conducirnos. Te enseña en primer lugar a tener sentido del momento histórico, y entender muy dialécticamente que hay que cambiar todo lo que debe ser cambiado, no es todo, solo aquello necesitado de cambio.

“Pero después si profundizas el concepto es histórico, cultural, antropológico, sociológico; está la sensibilidad anchurosa de Fidel, su conocimiento sobre la historia y la humanidad; están los valores, la solidaridad, el altruismo, la justicia, la generosidad, está la humildad. Y en ese sentido  encuentro puntos de contacto con otras definiciones muy audaces que expuso anteriormente como la de capital humano y la de pueblo, esta última dicha en La Historia me Absolverá con un bello aliento épico.
“De esas dimensiones la que más me impresiona es la antropológica, por su  concepción tan filantrópica, tratar a los demás como seres humanos, así eleva la idea martiana del bien.
“El concepto para mí alcanza el rango de categoría filosófica, una que sirve para transformar el mundo, para ser faro de los humildes y vilipendiados del planeta. Que se reconozca como tal es una de las pretensiones de mi estudio y la otra es presentar una gradación a todos los niveles posibles, de abajo hacia arriba, lo que significa distintas formas de explicarlo para que no quede nadie sin entenderlo, sin importar la edad o nivel escolar”, explica Recaredo y se nota que vive cada palabra, que se entrega con un único fin: divulgar el pensamiento del Líder cubano.
Como el Comandante, Rodríguez Bosch cree en la utilidad del bien, de la virtud, y sus 50 años en el magisterio han dejado claro esa cualidad. Sigue investigando, por estos días entre lágrimas, pero esperanzado.

“Tenemos que lograr que los jóvenes lean a Fidel, formar en la universidad a personas que lo conozcan y practiquen sus valores. Él pondera la identidad cubana, la prestigia, la hace fuerte, invulnerable”, concluye. 

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