Siempre que lo encuentro le pregunto en
qué nueva aventura anda, y él nunca deja de contestar algo interesante. Es como
si no reposara de la creación, como si ese burbujeo fuera su aire natural.
Cualquiera creería que Gianny López
Brito tiene más edad, que su almanaque ha vencido múltiples páginas entre los
pasillos de TunasVisión, tantas como
para suponer culpable de la pericia a los años de labor. Pero no, solo lleva
cinco allí. Es joven, tan joven que admira verlo descorriendo las cortinas del
buen hacer sin haberle llegado la experiencia.
Eso no significa puertas cerradas al
aprendizaje, ¡tiene tanto por descubrir todavía! Y en su caso resulta lo mejor,
porque él quiere el hallazgo. En el corto tiempo de graduado de Periodismo ya
hay que reconocerle su sensibilidad, capacidad de trabajo y sentido para
encontrar hechos singulares, y contarlos desde donde mejor se puede ver la
complejidad y hermosura de la existencia, el rostro humano.
Nació en Guáimaro, Camagüey, pero Las
Tunas le supo a casa, a cobija generosa, tanto que ya es oficialmente su
Corresponsal Nacional del Sistema Informativo. Aquí ha participado en el
Festival del medio con alrededor de 40 realizaciones, y en casi una veintena de
oportunidades el galardón ha ido a sus manos en géneros como reportaje,
entrevista y testimonio.
Subió al trono del Premio Ania Pino en
el 2014 y 2015, y se suma a su "elo" una mención en la Segunda Convención
Internacional de Radio y TV Cuba 2015.
Hace apenas dos días, el 14 de Marzo,
mientras que en La Habana
recibía el Premio de Periodismo Cultural Rubén Martínez Villena 2017,
correspondiente a la categoría de televisión (para repetir el resultado del
2015), una colega le recogía en el terruño el Provincial Ricardo Varela Rojas por el quehacer durante todo el 2016, guirnalda que igualmente mereció en el
calendario pasado. Quizás en esa fecha hasta impuso un récord de alegrías al
hilo.
Ahora presentó al "Villena",
organizado por la
Asociación Hermanos Saíz, tres materiales, uno sobre la
presencia del pintor Guayasamín en Las Tunas y otro centrado en los instantes
de la guitarrista concertista Elvira Skourtis junto al Comandante en Jefe Fidel
Castro.
La tercera obra, bajo el nombre Chela y
Chopete, una historia de amor, nos acerca a dos noveles actores del grupo
Teatro Tuyo, pareja en el arte y la vida. Esta entrevista la realizó en
colaboración con su eterna tutora y amiga Anybis Labarta García.
Las preguntas y respuestas que siguen a
continuación pertenecen a varios diálogos con él, lo mismo antes de una
cobertura que en la parada de la guagua del Tanque de Buena Vista. Los
periodistas siempre andamos a la carrera, y él más. Debe vencer la jornada y
conminar a su equipo, ese grupo entrañable, a marcar la diferencia.
Sabe que si antes del anochecer alguien
lo detiene para decirle: "Oiga, cómo me gustó su reportaje", o
"Yo estaba esperando que trataran ese asunto así"; entonces todo
habrá valido la pena.
¿Qué historias te atrapan?
Me interesan mucho las historias de la
gente común, de las mismas personas que comparten conmigo su tiempo cada día en
las guaguas, en las calles. Siempre estoy atento a los individuos que tengo a
mi alrededor porque en su transitar quizás habita una anécdota interesante para
llevar a la pantalla.
Las mejores vivencias que he contado
llegaron por accidente, son seres humanos maravillosos que se han cruzado en mi
camino.
¿Por qué apuestas desde el Periodismo?
Apuesto por la verdad y los deseos de
superación constante, pues el reportero que crea saberlo todo y pierda su
humildad, también torcerá sus esencias.
Si tuvieras que escoger una
característica imprescindible para nuestra profesión...
La honradez, sin duda la honradez.
En la academia dicen que es cierto, los
colegas de experiencia lo confirman, que nuestro hacer importa, sirve al otro,
pero... ¿ya lo has sentido tú?
No siempre los materiales periodísticos
sirven para algo bueno, pero en mi caso he tenido suerte. Cuando realizamos un
reportaje crítico, se denuncia una problemática y luego viene la solución, a
corto, mediano o largo plazos, da gran satisfacción. Pienso que también mis
reportes han alegrado o sobrecogido a muchos corazones. Cuando eso sucede nos
llega el mejor de los premios, la emoción del televidente. Pero para lograrlo
hay que trabajar muy duro porque la televisión es difícil, se labora en equipo
y todos tienen que enamorarse del tema, solo así el público también podrá
hacerlo.
Precisamente, ¿cómo te va con el hecho
de que dependas tanto de los demás?
Desde que era estudiante en TunasVisión
fui eligiendo a mi equipo, porque considero que cuando esas personas se pueden
conocer bien, a la hora de trabajar todo fluye mejor. Trato siempre de primero
conversar con cada una, contarle la historia que quiero narrar, cómo la quiero
narrar, qué sensaciones deseo transmitir, para que capten esa esencia y la
puedan materializar. Busco que se enamoren de ese sueño como yo.
Si importante es tener la historia,
idear cómo narrarla de una manera atractiva resulta vital, ahí la fotografía es
el primer paso, y después la edición y el montaje, donde se une todo, y llega
la música y los efectos.
De estos cinco años, ¿has sacado en
claro lecciones profesionales y para la vida?
Lecciones son muchas y llegan cada día.
En lo profesional tienes que superar miedos, enfrentar comentarios negativos,
tomar lo positivo, lo que consideres útil y constructivo para seguir adelante.
Para la vida he aprendido gracias a mi labor, a ser cada día más sensible, a
entender que no importan los obstáculos, si perseveras puedes lograr ser feliz.
Los géneros testimonio, entrevista,
reportaje y comentario evidentemente te atrapan, defínelos con una palabra.
Testimonio: Sentimientos
Entrevista: Vida
Reportaje: Esencias
Comentario: Reflexión
Entre tus preferidos están los temas
culturales, has vivido ese panorama tunero, ¿le recomendarías algo?
Por la cultura en Las Tunas se puede
hacer mucho más. A pesar de que tenemos eventos importantes, todavía no se les
da la connotación que merecen. En ocasiones por factores externos, como el
Sistema Informativo, donde apartan un poco los materiales enviados desde acá,
por ejemplo los de la
Jornada Cucalambeana , cuando debería ser todo lo contrario,
porque en este caso hablamos de una de las citas más defensoras de la cubanía.
Pero no son únicamente cuestiones desde
afuera, sino también desde dentro. Se aprecian con frecuencia dificultades
organizativas, que tienen relación con el trabajo de las personas y el apoyo
institucional.
Y como periodistas debemos aportar más.
Aunque no resolvemos problemas, sí podemos ponerlos en la realidad, denunciarlos
de cierta manera; hacerles comprender, reflexionar a los responsables de esos
eventos, que la cultura, como sostén de la nación, merece cualquier esfuerzo.
¿En qué nueva aventura andas?
Ahora mismo me atrae sobremanera el
documental en grabación Miel en el recuerdo, que comparto con Anybis. Aborda,
mediante la voz de sus protagonistas, la pérdida de la identidad en los
poblados donde se eliminaron los centrales azucareros. También participo de los
esfuerzos para que el canal tenga un noticiero juvenil.
Como le dije lector, yo pregunto, y él
siempre contesta.
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