Ahora lo sé. Cuando un
periodista entrevista a otro corre el riesgo de que inspirados por la plática la
escena termine en: "No se grabó todo lo que conversamos", sin
importar la altura de los pasajes que repasaron juntos.
Tan buen diálogo puede darse
que nadie recordará mirar la grabadora, y de tomar notas menos, pues no te
hallarás en plena faena laboral, sino solo y divinamente, conversando entre
amigos. También sucede que dialogar con Juan Soto Cutiño, uno de los más
carismáticos profesionales de la prensa tunera, puede resultar pura aventura y
eso suma emotividades.
En la carrera lleva nada menos
que 48 años y me aseguró que de jubilación "nada por ahora". Si hacen
una encuesta en 26 nadie quiere
verlo partir, porque él siempre anda con su agenda bajo el brazo, una sonrisa
en los labios y tantas historias...